top of page

REVIEW: Relatos salvajes.

  • Foto del escritor: Yev O. P.
    Yev O. P.
  • 1 abr 2015
  • 3 Min. de lectura

Como toda buena película, Relatos salvajes es una película de demostración. Los seis relatos que la conforman -todos inconexos en cuanto a la trama pero unidos por el concepto de que cualquiera puede perder el control dadas las circunstancias apropiadas- prueban que tales circunstancias son de uso común en el mundo contemporáneo, y que son las pequeñas humillaciones las que pueden desencadenar una serie de agresiones que se van complicando hasta culminar en la destrucción del mundo. Sé que suena horrible, pero no lo es realmente, ya que cuando el mundo está configurado de tal manera que obliga a sus habitantes a coexistir con base en esas pequeñas humillaciones, entonces su destrucción parece una necesidad ética. En este sentido, Relatos salvajes es una película nihilista, y esa es precisamente su gran virtud. Se destruye el mundo para salvarnos del mundo.


Esto es cierto, al menos, en el mejor de los relatos salvajes: Bombita, cortometraje emblemático de la película que no dudo en considerar como el mejor corto que he visto en toda mi perra vida. Con 20 minutos de duración -poquito más-, Bombita toma la forma de una arquitrama perfecta en la que un incidente menor provoca que el protagonista se abra camino para reafirmarse a sí mismo contra la injusticia de un sistema corrupto, resultando ésto en una complicación progresiva de las circunstancias que acaba por hundirlo más y más hasta que todo se va a la mierda de la manera más satisfactoria posible. Cualquier estudiante de guionismo puede darse cuenta de que Bombita es, por mucho, un guión perfecto. Y este conforma sólo 1/6 de la transgresora obra de Damián Szifrón, nominada al Óscar por mejor película extranjera (y obvia perdedora por sus polémicos temas, y no por su insuficiencia guionística y cinematográfica).


Las pequeñas humillaciones acumuladas son, en realidad, el tema de los tres mejores relatos salvajes -no diré cuáles por obvias razones. Lo cual no es una coincidencia, siendo que lo que debe hacer siempre un guión de excelencia es acumular pequeñas situaciones y desarrollarlas naturalmente hasta llevar a los personajes a situaciones extremas, donde sean capaces de arriesgar su vida y su libertad, de tomar la vida de otros, o simplemente de arruinarlas (o arruinarse). La estructura narrativa de estas tres minificciones está tan bien controlada -hecho curioso para una película que trata sobre perder el control- que hace imposible no sentir una empatía profunda por los personajes durante su evolución y su creciente pérdida de control. Y esto aunado a los valores que se pone en juego en los relatos, así como los significados que afirma, hace que la empatía se convierta de pronto en vivencia y en amor. Uno pierde el control de repente; vive, muere y enloquece con estos riquísimos personajes pelotudos, forros y forrazos.


La otra mitad de la película -y sépase que no estoy dividiéndola cronológicamente-, más que historias llevadas a cabo finamente por una narración de excelencia, consiste en situaciones únicas que progresivamente se revelan como perfectos escenarios para la agresividad y la tragedia. En todos los cortos de Relatos salvajes las cosas se van a la mierda magistralmente; la diferencia es que en estos tres ya se estaban yendo a la mierda desde el principio, sólo que lo ignorábamos. Al final prueba, de cualquier manera, lo que tenía que probar: que cualquiera puede ser un asesino o un hombre muerto. Los accidentes pasan, sí, pero también hacemos que pasen. Lo peor está a la vuelta de cada esquina, y sobre todo en las esquinas de este puto mundo inhumano que llamamos "civilización". Pero no hay tal civilización; se trata sólo de un conveniente disfraz que espera ser removido por los incomprensibles vientos que el presente también sopla.


Puede decirse que Relatos salvajes es de las mejores películas del 2014. Y digo mejor en todos los sentidos aplicables; desde su significado hasta su producción, desde el uso que hace de la imagen fílmica hasta su estructura narrativa. La estoy mamando demasiado, lo sé, pero se lo merece. Ya la he visto 7 veces y cada vez se me hace mejor (evento raro para cualquier película). Pero ya mejor me dejo de pelotudeses de una buena vez y acabo este review.


Calificación: A+

 
 
 

Kommentare


© 2015 by Cinéfiloenojado

  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
bottom of page